El Silicio Purificado por la vía Metalúrgica (UGM) fue creado para disminuir el margen de eficiencia energética entre el silicio Policristalino y el monocristalino de alta eficiencia.
El objetivo a corto plazo es llegar a un coste menor a 1 $/Wp.
Canadian Solar Inc. ofrece módulos de células de silicio purificado por la vía metalúrgica. Después de Photowatt, esta empresa es el segundo fabricante que tiene éxito con esa producción La idea se concibió hace más de 20 años. Desde que el silicio como materia prima en la producción de células comenzara a escasear y los precios del mercado spot se pusieran por las nubes, el sector deposita ahora más que nunca todas sus esperanzas en procesos alternativos al método Siemens y a la tecnología de reactor de lecho fluidizado. La idea es conseguir la purificación del silicio por la vía metalúrgica. El material llamado silicio UMG (upgraded metallurgical grade silicon) tiene un grado de pureza menor que el obtenido con los otros dos métodos. Pero, en cambio, es mucho más rápido ampliar las capacidades de producción, lo que permitiría que la materia prima de la industria solar pudiera elaborarse de forma mucho más barata.
Hay marcadas diferencias respecto a las células policristalinas estándar. La degradación inducida por la luz es, de promedio, un uno por ciento mayor en las células UMG. Esto significa que los módulos fabricados con estas células pierden algo más de eficiencia. Por otro lado, el factor de forma y la tensión de circuito abierto son más altos, y más bajas la corriente de cortocircuito y la tensión de ruptura. La menor tensión de ruptura indica un mayor riesgo para la producción de »hotspots« o puntos calientes. Cuando una sombra es proyectada sobre una célula, ésta normalmente bloquea el flujo de corriente dentro de la fila de células, actuando como resistencia. Si la tensión de bloqueo sobrepasa un determinado punto de ruptura, la célula empieza a calentarse (efecto hotspot) hasta que se destruye. Por ese motivo, se ha dispuesto desviar la corriente del componente temporalmente sin función mediante un diodo de by-pass. Tal y como ha demostrado Q-Cells, el riesgo de hotspots aumenta cuando la tensión de ruptura es menor.
La tercera diferencia es probablemente la más conocida: las células UMG presentan una eficiencia algo más baja, lo que supone aproximadamente un 0,10 por ciento. La causa podría encontrarse en las mayores impurezas del silicio, lo que conlleva una mayor resistencia paralelo. La consecuencia son pérdidas de flujos de corriente. Hay otro comportamiento físico que se podría deducir: una menor productividad de las células en momentos de baja irradiación solar.
Los e-modulos de Canadian solar no se pueden distinguir a simple vista de un módulo policristalino estándar.
Los problemas podrían surgir si un fabricante vendiera células o módulos UMG sin marcarlos explícitamente como tales. Por un lado, los fabricantes de módulos no reconocerían los mayores requisitos de las células. Por otro, ni los operadores de plantas solares ni los instaladores serían conscientes del comportamiento de mayor degradación y del elevado riesgo de sufrir hotspots de no instalarse diodos by-pass adicionales.
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